lunes, 2 de febrero de 2009

La tele y el clima


Ya son varios los partidos de esta temporada en los que Mestalla no ha presentado la entrada a la que nos ha tenido acostumbrados durante muchos años. Está claro que si al juego todavía no claro del equipo de Emery, se le suman factores extradeportivos como son la actual crisis económica, o el mal tiempo que está acompañando a los fines de semana en la capital del Turia, el coliseo valencianista se ve repercutido respecto a su aforo.

A éstos aspectos extradeportivos hay que sumarle el conflicto que tienen las diferentes productoras televisivas a la hora de ponerse de acuerdo en la transmisión de partidos de primera división. El último partido en Mestalla se jugó el pasado domingo 1 de febrero, y la entrada se vio afectada por todos estos factores. En primer lugar, se trató de un fin de semana lluvioso de los que últimamente se han abonado a nuestra ciudad, y mucha gente, con toda la lógica del mundo, prefiere no mojarse, algo que esperemos descartar en el nuevo estadio. Después, el juego del equipo esta temporada no es el mejor visto en el viejo Mestalla, lo cual supone otro factor determinante a la hora de motivar al público a asistir a los partidos. Y si a esto le sumamos la posibilidad de ver el partido sin la necesidad de pagarlo, entonces nos encontramos con que la mayoría de la gente opta por no descartar ver el partido, pero sí descartar problemas de aparcamiento y en el caso del Valencia-Almería, verlo sin correr el riesgo de coger un resfriado.

Cabe decir que posiblemente en la "época dorada" de Benítez, cuando el juego era espectacular y ello desembocaba en todos los éxitos que se conquistaron por entonces, estos factores que repercuten negativamente en la taquilla del club no se notarían tanto, ya que ver en directo a aquel equipo era una auténtica gozada para cualquier amante del deporte rey. Así pues, siempre hay que invitar al valencianismo a apoyar incondicionalmente a su equipo, ya que se ha constatado numerosas veces el efecto del jugador nº 12. Ahora bien, hay que exigirle al equipo y a su cuerpo técnico que hagan todo lo posible porque factores tan inestabilizantes como la actual crisis económica, el mal tiempo, o la difusión televisiva continua de los partidos, no superen en su conjunto a las ganas de que llegue el domingo para acudir al viejo Mestalla. Contra la crisis sólo podemos esperar a que se aclare; el tiempo por lo visto no quiere aclararse; pero todos, tanto el equipo en su bloque como el jugador nº 12, tenemos que hacer piña y volver a convertir a Mestalla en sus últimos días de vida en un fortín inexpugnable.

Nunca es tarde si el fichaje es bueno


Tras la lesión del consagrado portero brasileño del Valencia, Renan Brito, se barajaron diversos nombres para cubrir esa vacante que durará aproximadamente dos meses. Cancerberos como el holandés Sander Westerveld, ex-portero del Liverpool, Real Sociedad, Mallorca o Almería, entre otros equipos, estuvieron en la agenda del director deportivo del Valencia, Fernando Gómez. Finalmente se decidió adquirir los servicios de un guardameta más experimentado en la liga española, y el club decidió contratar al ex-portero del Valladolid, Real Madrid, Zaragoza y Tottenham, César Sánchez, de 37 años de edad.

Precisamente la edad de la última adquisición valencianista es el dato que invita al debate de si es un buen fichaje para el equipo o no. Cierto es que un jugador de 37 años, independientemente de que ocupe la posición que menos castiga la edad, está más cerca de su retirada que de su esplendor, y de hecho César ha fichado por el Valencia consciente de la pretensión del club: suplir la limitada baja de Renan. A pesar de ello, el portero extremeño decidió venirse a Valencia, ya que en su anterior equipo, el Tottenham, apenas había jugado tres partidos. Éste ha resultado otro de los aspectos que han abierto el debate sobre si la contratación de César tendrá resultados óptimos de cara a un futuro.

Pues bien, César ya ha disputado dos encuentros con su nuevo equipo, y verdaderamente ha tenido en ambos partidos actuaciones realmente destacables. Puede que un futbolista de una edad considerable como es la del nuevo portero valencianista sea objeto de cuestionar su adquisición, pero no debemos olvidar que no es la primera vez que el Valencia C. F. contrata los servicios de jugadores veteranos y después se cierre un balance muy rentable con ellos. Casos como los de Anglomà, Djukic o Carboni son claros ejemplos de que un profesional, aunque esté en la recta final de su carrera deportiva, aún puede aportar grandes cosas al equipo.

Desde Cuentagotas blanquinegro queremos dar la bienvenida a nuestro nuevo portero y desearle una etapa en nuestro club plagada de éxitos. Esperamos que tanto él como su familia gocen de una estancia muy agradable en nuestra tierra, y que con el tiempo ellos lleguen a formar parte de la sociedad valenciana. De momento, el periodista de Ràdionou, Paco Lloret, realizó en emisión algunas preguntas a César en valenciano y éste, aunque aún respondió en castellano, entendió bien lo que se le preguntaba. César, bienvenido a tu casa.

Arriesgado juego para reencontrarse con la victoria


VALENCIA CF 3-2 ALMERÍA

El Valencia volvió a ganar un partido liguero después de las decepciones de semanas anteriores con un gol de Joaquín y un doblete de Villa. La inseguridad fue la protagonista hasta el pitido final debido a la incapacidad de los valencianistas para atar los tres puntos. El equipo fue de más a menos hasta acabar con el agua al cuello en el descuento y salvar la victoria en el último instante gracias a César.

El Almería, del recién llegado Hugo Sánchez a su banquillo, pudo haber prolongado la mala racha del Valencia con las pérdidas de balón de los valencianistas en el centro del campo. Negredo vio puerta con dos tantos que metieron a los almerienses en el partido y descolocaron al Valencia desde la defensa, poco contundente como en los últimos encuentros.

La vuelta de David Villa al equipo devolvió la efectividad en ataque y el Valencia volvió a firmar un inicio de partido arrollador en el que dominó al Almería como quiso. Los de Emery marcaron el primer gol en los primeros minutos, como viene siendo habitual. Joaquín superó a Diego Alves después de rematar una combinación que vino por banda izquierda, la que más peligro aportó desde un principio.

El gol del gaditano no bajó el ritmo de los valencianistas e imponían un monólogo futbolístico sobre los almerienses. El mejor fruto de ello fue un balón de Villa que acabó en el palo.

Pero todo el camino hecho por los de Unai Emery en la primera mitad, se vino abajo en la primera llegada del Almería a la portería de César. Un centro a la espalda de Maduro y Marchena lo cazó Negredo con un remate acrobático más característico de Cruyff. Con lo mínimo, los rojiblancos habían empatado un trabajado partido del Valencia.

Los blanquinegros quedaron descolocados tras ese gol inesperado de Negredo y ya no pudieron retomar el ritmo de juego que venían desplegando hasta entonces. Los de Hugo Sánchez empezaron a jugar y llevaron la intranquilidad e inexactitud a la escuadra valencianista.

Los sustos del Almería solo se los pudo espolsar el Valencia con un balón que Mata controló por banda izquierda al sorprender a la zaga almeriense. El asturiano se encaminó a portería pero fue derribado en un riguroso penalti cometido por Carlos García. David Villa se encargó de convertirlo en gol y mandar a los valencianistas al descanso con esa ventaja momentánea.

La reanudación de la segunda mitad no mejoró el panorama para Unai Emery, que veía como su equipo se encontraba a la expectativa de un Almería seguro de buscar el empate. Las constantes pérdidas de balón de Baraja y Fernandes en el centro del campo dieron al Almería unos magníficos contragolpes que erraron gracias a Maduro y Marchena.

Cuanto más próximo parecía el empate, llegó un contraataque del Valencia que culminó Villa con el tercer gol para tranquilizar a los de Mestalla. El delantero asturiano desaprovechó un tiro contra Alves, pero se rehizo en la jugada siguiente para disparar un potente tiro con su zurda que no pudo despejar el portero brasileño.

Sin embargo, el Almería contestó pronto y volvió a dejar al aire la fragilidad de la defensa blanquinegra. De nuevo, Negredo estaba detrás del error en el despeje de Marchena para recortar distancias con un remate de cabeza y la ayuda del larguero.

Con media hora por delante, los valencianistas decayeron al son que dictaba el Almería sin saber ganar la posesión del balón. Un Baraja en mínimos físicos dejó al Valencia sin capacidad de controlar el encuentro con los hombres de ataque. El dominio de los almerienses era cada vez más latente y el 3-3 parecía más próximo cada vez que pasaban los minutos. Patti tuvo en su bota izquierda las tablas en el marcador, pero César salvó la victoria valencianista con una gran parada en el último instante.

miércoles, 28 de enero de 2009

Eliminados cuando más duele


SEVILLA FC 2-1 VALENCIA CF

El Sevilla apeó al Valencia de la Copa del Rey en un final doloroso para los de Mestalla. El gol de Squillaci en el minuto noventa derrumbó las esperanzas de los valencianistas, que habían conseguido enmudecer el Sánchez Pizjuán con el tanto inicial de Carlos Marchena. Los sevillistas sólo despertaron con el empate de Kanouté, que abrió las puertas para la remontada ante un Valencia que no supo administrar, de nuevo, la ventaja conseguida.


El 2-1 pone de nuevo en la palestra el lamentable gol de Adriano en el partido de ida la semana pasada. Ese tanto que nunca debió valer ha sido decisivo para decantar la eliminación del Valencia. Al arbitraje calamitoso de Undiano Mallenco en Mestalla, se le sumó la sospechosa actuación de Teixeira Vitienes, que durante buena parte del encuentro permitió jugar al límite al Sevilla y perdonó la expulsión a Duscher.


El decisivo partido que debía mantener las aspiraciones valencianistas de jugar la final en Mestalla no pudo comenzar mejor. En el primer córner que sacaron los de Emery, Joaquín puso el balón en la cabeza de Marchena, que remató magistralmente el centro a la red.


Al inicio soñado siguió un Sevilla desmoralizado tras el gol valencianista y sin capacidad de generar peligro a pesar de que Jiménez puso toda la carne en el asador con Navas, Kanouté, Adriano y Luis Fabiano. Los de Emery trabajaban en conjunto desde atrás y no dejaban que los sevillistas se encontraran cómodos en su propio estadio. Joaquín pudo haber sentenciado cuando se quedó sólo ante Palop, pero el meta valenciano solucionó la papeleta delante del sevillano.


Una falta inofensiva de Maduro a Capel, que había salido por la lesión de Adriano, propició el empate del Sevilla cuando todavía no habían intimidado el debut de César en la portería del Valencia. El centro al área de Romaric fue rematado impunemente por Kanouté y despertó la grada del Pizjuán con la ayuda del palo.


El gol de maliense dejó trastocados a los valencianistas y el Sevilla aprovechó el desconcierto de los visitantes para buscar la clasificación. Romaric en un tiro cruzado, y Luis Fabiano, tuvieron la ocasión de marcar el segundo para los sevillistas, pero César demostró que ha llegado al Valencia en gran forma.


La segunda mitad no cambió el panorama y los sevillanos ganaron la posesión del balón al centro del campo valencianista. Baraja no supo imponerse en la medular y Albelda tampoco fue la solución para conectar con los hombres de arriba. La apuesta de Emery por Mata y Silva como delanteros fue perdida a causa de la ausencia del centro del campo en la organización. Los balones largos a Mata eran una partida ganada por Squillaci y Escudé.


El técnico vasco refrescó al equipo con la entrada de Morientes y Fernandes, lo que devolvió la presencia del Valencia sobre el Pizjuán. Una llegada de Miguel a línea de fondo permitió al portugués colocar un centro al área. El remate llegó de la cabeza de Silva pero Palop se encontró el balón cuando quería tapar su portería.

Pero el Sevilla empujaba cada vez más, y César intervino de nuevo en una arriesgada salida en la que se lanzó a los pies de Luis Fabiano para tapar su tiro. El tiempo jugaba en contra de los sevillistas pero la remontada se consumó otra vez a balón parado. Un córner acabó con el balón dividido en frente de César, donde el pie de de Squillaci llegó primero para privar al Valencia de jugar la final en Mestalla.

domingo, 25 de enero de 2009

La peor cara del Valencia sale de paseo en Mallorca


MALLORCA 3-2 VALENCIA CF
Vista la cara en la copa, la cruz del Valencia dejó una preocupante imagen en Mallorca después de actuar de equipo aspirina con el conjunto balear. Los mallorquines tumbaron a los valencianistas en una primera parte que tuvo como hombre clave a Jurado. El centrocampista se valió él solo para mostrar las carencias de un inédito centro del campo blanquinegro formado por Edu y Marchena. Dos goles suyos dejaron al Valencia sin respuesta y sin capacidad de intimidar al Mallorca.

A la debacle valencianista también contribuyó en gran parte el mediático Iturralde González. Una vez más, el árbitro machacó al Valencia con sus decisiones. Un gol en fuera de juego de Jurado, y un penalti que fue fuera del área, echaron por tierra las posibilidades de sacar los tres puntos de Mallorca. Sólo en la segunda mitad, Vicente fue capaz de hacer el gol del honor a pesar de que el equipo siguió dando una imagen pobre y sin ambición.

La exigencia y el esfuerzo de la copa, y las bajas de Villa y Joaquín obligaron a Emery a sacar un once inédito en el que solo quedaban cinco jugadores de los que se enfrentaron al Sevilla. Sin embargo, los valencianistas dominaron los primeros cinco minutos, hasta que llegó el primer gol de Jurado tras un nuevo error de Vicente Guaita.

El golpe del gol mallorquín no motivó a unos jugadores que no se esforzaron como en semanas anteriores para dar la vuelta al marcador. El Mallorca fue el único equipo sobre el terreno de juego, fruto de la inoperancia de Edu y Marchena en el centro del campo. Pablo Hernández estuvo desaparecido en banda derecha, y los de Emery quedaban ahogados a la relativa movilidad de Mata y Silva.

Así llegó los peores minutos de los valencianistas, cuando el Mallorca sentenció en la recta final de la primera mitad. Martí convirtió en gol un penalti que Iturralde se inventó después de que Albiol derribara a Jurado fuera del área. Pero lo peor llegaría en la siguiente jugada, cuando Edu perdió el balón en el centro del campo de forma imperdonable. El error del brasileño produjo el contraataque que culminó Jurado ante Guaita.

Unai Emery reaccionó en la segunda mitad con un doble cambio en el descanso. Vicente y Baraja saltaron al terreno de juego para dotar al equipo de mayor presencia en el juego. Pero pronto el técnico valencianista se quedó sin cambios por la lesión de Albiol. El valenciano volvió a resentirse de sus problemas musculares y Moretti tuvo que actuar como central de urgencia.

Así el Valencia pretendió recortar distancias, pero la posesión del balón no se tradujo en ocasiones de gol. Morientes, sobrecargado de partidos, se desesperó en su soledad del ataque valencianista. El delantero blanquinegro tuvo que soportar los centros sin precisión y desorientados que Miguel y Del Horno se cansaron de perder. El lateral vasco firmó uno de sus peores encuentros con la camiseta del Valencia, que perdió más balones que recibió.

Jurado pudo aprovecharse otra vez del desconcierto valencianista en un contraataque que salvó Guaita en el mano a mano con el centrocampista mallorquinista. El Valencia obtuvo premio en la siguiente jugada con el gol de Vicente. El de Benicalap aprovechó la asistencia de Silva en una jugada de confusión dentro del área.

El gol de Vicente pareció el inicio del despertar valencianista, pero se fue diluyendo conforme los minutos se aproximaban al pitido final. El Mallorca supo controlar la ventaja obtenida en la primera mitad y no sufrió para que el Valencia le dejara ganar un partido en liga después de cuatro meses.

jueves, 22 de enero de 2009

Ni el Sevilla ni Undiano pueden con el Valencia


VALENCIA CF 3-2 SEVILLA FC
El Valencia se rehizo en un típico partido de copa lleno de alternativas y oportunidades donde el colegiado Undiano Mallenco se empeñó en eliminar al Valencia de la Copa del Rey. Baraja y Mata encarnaron la reacción valencianista con dos goles motivados por el orgullo después de sufrir el denigrante, vejatorio, lamentable y vergonzoso arbitraje que el colegiado navarro impuso en Mestalla.

El gol de Adriano dejó en evidencia una vez más el nivel del arbitraje español. El jugador brasileño colocaba por delante al Sevilla cuando se encontraba tres metros por detrás de la defensa. Luis Fabiano ya había empatado antes al aprovechar la frescura que dio Capel a los sevillistas en la segunda mitad. Todo el protagonismo arbitral que vendría después, dejaría en segundo plano el tempranero gol de Villa y su lesión.

El delantero asturiano formó parte del once inicial de Emery y a los cinco minutos de juego Villa ya había batido a Palop. Un intento de cesión de Adriano al portero valenciano lo cazó el Guaje haciendo gala de la picardía de los grandes delanteros. Palop achicó espacios para que el valencianista se quedara sin ángulo, pero Villa definió con un tiro cruzado.

Sin embargo, poco duró la alegría cuando instantes después de anotar el gol, Villa se resintió de los problemas musculares que le apartaron de San Mamés el pasado domingo. Morientes tuvo que ejercer de sustituto de urgencia para la delantera pese a estar aquejado del hombro, que no le permitía maniobrar y moverse con facilidad.

Los blanquinegros se apoderaron del control del juego ante un Sevilla irreconocible. Guaita estuvo inédito durante el primer tiempo y los tiros lejanos de Luis Fabiano fueron trabajo fácil para el de Picassent.

La conexión entre Silva y Vicente fue la clave para que cada aproximación al área de Palop diera sensación de peligro. El extremo de Benicalap hizo la vida imposible a Mosquera, que actuaba de improvisado lateral derecho para parar los quiebros del valenciano y del canario.

Pero el panorama cambió de forma radical tras el descanso. Manolo Jiménez quitó a Jesús Navas para colocar a Capel a pierna cambiada. El sevillano cambió el signo del encuentro y llevó a Moretti por la calle de la amargura. Los sevillistas empezaron a acercarse con una rapidez demasiado peligrosa.

Guaita salvó a los blanquinegros con dos paradas excepcionales en las que era difícil reaccionar, pero falló de nuevo por alto al querer despejar un balón con los puños. Allí apareció antes la cabeza de Luis Fabiano, que aprovechó la pasividad de Albelda y Maduro para empatar el encuentro.

El Valencia desapareció de forma alarmante del partido. Silva se quedó fuera del juego ofensivo del Valencia y el equipo lo acusó en exceso. El Sevilla embestía con furia gracias a la velocidad de Capel y el oportunismo de Luis Fabiano y Renato.

De esta forma llegó el gol de la discordia. El asistente de Undiano Mallenco y el propio colegiado hicieron la vista gorda a un clarísimo y excesivamente evidente fuera de juego de Renato. El brasileño se encontraba muy por delante de la línea defensiva cuando Albiol derribó a Luis Fabiano en la frontal del área y recibió el balón para chutar a la red. El Sevilla se adelantaba ante la incredulidad de todos los valencianistas.

Este golpe perverso dirigido por Undiano dejó al Valencia noqueado y sin reacción. La identidad de los valencianistas se había esfumado y el Sevilla campaba a sus anchas para poder sentenciar la eliminatoria.

Sin embargo, Emery no se arrugó y sacó a Edu y Mata para refrescar el ataque. Los dos cambios revolucionaron el choque y devolvieron el espíritu copero al Valencia. En cinco minutos mágicos, los valencianistas pegaron el último zarpazo en la recta final y obtuvieron su recompensa con dos merecidos tantos.

Baraja después de que no se señalara un penalti a Morientes, y Mata justo después, volvieron a poner al Valencia por delante del marcador ante la defenestración final de los sevillanos. El jugador asturiano puso el tercer gol decisivo que permite viajar al Sánchez Pizjuán con posibilidades de luchar por las semifinales.

domingo, 18 de enero de 2009

Un punto lanzado por la borda en el descuento


ATHLETIC CLUB 3-2 VALENCIA CF

Al Valencia se le escapó un punto de San Mamés después de haber peleado contra viento y marea para empatar un partido que no supo rematar cuando lo tenía de cara. Un penalti infantil de Manuel Fernandes en el último minuto decantó el resultado para los de San Mamés. Los leones siguen en su espectacular racha de victorias en liga pese a que, ante el Valencia, demostraron que viven más de corazón que de cabeza, y la poca cabeza, la encuentran en la altura de Fernando Llorente, que ayer volvió a marcar a los valencianistas.

La defensa de circunstancias que saltó a la catedral de Bilbao sufrió en exceso con Ion Velez y Llorente. El Athletic ganó en altura todas las jugadas y así llegaron sus dos primeros goles que reducían las ventajas conseguidas previamente por Villa y Morientes. Los bilbaínos aprovecharon la inoportuna lesión de Renan para empatar al borde del descanso y aguantar los envites del Valencia en la segunda mitad hasta forzar el penalti decisivo en el descuento.

Como ya hicieran ante el Villarreal, los valencianistas abrieron enseguida la lata vasca. Emery conocía la fuerza de salida del Athletic en los primeros minutos y por eso exigió a sus jugadores una máxima concentración que dio sus frutos en el primer minuto. Mata puso un pase a la espalda de la defensa para que Villa definiera de primeras ante Iraizoz.

El comienzo idóneo de los blanquinegros les daba alas de optimismo pero el Athletic no se rindió y enseguida respondió con una aproximación de Ion Velez que acabó en las manos de Renan. Al cuarto de hora, Gabilondo ya había empatado para los bilbaínos en una jugada por banda derecha que acabó con su testarazo delante de la mirada pasiva de Albelda.

Con el empate del Athletic el partido se abrió todavía más y los valencianistas encontraban fácilmente el camino al área de Iraizoz. Cada llegada era síntoma de peligro aunque el que más se atevió a tirar a puerta fue Fernandes en dos ocasiones. El propio Fernandes tuvo la oportunidad de marcar en un tiro de falta que Iraizoz desvió milagrosamente.

La superioridad en ataque de los de Emery quedó refrendada cuando Villa recibió el balón en banda derecha y atemorizó a la defensa bilbaína con su incursión. El asturiano dejó el pase de la muerte a Morientes que la empujó a la red en un inteligente desmarque.

Pero las peores noticias para los valencianistas estaban por llegar. Al borde del descanso Renan se vio obligado a retirarse por una rotura fibrilar. Guaita tuvo que sustituirle inmediatamente, lo que acusó en el segundo gol del Athletic. El guardameta de Torrent no reaccionó bien ante el remate de Javi Martínez, que volvió a rematar sin oposición por parte de los jugadores del Valencia.

Tras la reanudación, el ímpetu de los leones bilbaínos decayó y el Valencia controló ampliamente la posesión del balón. Joaquín y Mata gozaron de la posibilidad de romper el empate. El gaditano conectó hábilmente un centro desde la banda derecha que acabó en la cruceta de la portería de Gorka Iraizoz, mientras que el asturiano envió el balón alto cuando San Mamés ya veía el tercer gol valencianista.

Emery pensó en reservar jugadores para el encuentro de copa contra el Sevilla y retiró a Villa por Michel pese a las molestias en el hombro de Morientes. Más tarde colocó a Vicente para quitar a Joaquín y el Valencia perdió imaginación en la creación del juego, lo que se vio contrarrestado con la apuesta ofensiva de Joaquín Caparrós. El andaluz puso sobre el terreno de juego a Torquera y Yeste, y el Athletic volvió a aparecer en el juego.

Los minutos finales se jugaron en campo valencianista, y después de dos avisos serios de los bilbaínos a los que Guaita había respondido bien, llegó el penalti de Fernandes a Javí Martínez. Un agarrón por el brazo que no desestabilizó para lanzar el balón pero que Megia Dávila consideró suficiente para pitar. El portugués fue expulsado con roja directa y Fernando Llorente definió por el lado derecho de Guaita, que no llegó por centímetros a un lanzamiento que echaba por tierra todos el esfuerzo derrochado durante noventa minutos.

jueves, 15 de enero de 2009

Vicente se resarce y rompe la maldición del Racing


VALENCIA CF 3-1 RACING DE SATANDER

Vicente pudo quitarse la espinita de su absurda expulsión en Santander la semana pasada y metió al Valencia en los cuartos de final de la Copa del Rey con dos goles suyos. El extremo valencianista marcó dos tantos que dejaron al Racing de Santander eliminado en un partido abierto que solo pudo resolverse en una prórroga muy igualada. Joaquín en los últimos minutos sentenció con un tercer gol en un estupendo contraataque que alejaba cualquier posibilidad de respuesta racinguista.

La maldición del Racing que imperaba en Mestalla, donde los cantabros no perdían desde 2004, no se rompió sin sufrimiento por parte valencianista. Los racinguistas no tardaron en empatar con el gol de Colsa y forzar una prórroga donde Renan se erigió como otro héroe blanquinegro. El guardameta brasileño fue decisivo con dos excelentes paradas sólo ante Jonathan Pereira que permitieron al Valencia seguir con vida en la Copa del Rey.

Unai Emery sorprendió con un once lleno de novedades pese a que en la previa anunció que el Valencia saldría decididamente a por la victoria. La inclusión de Michel fue la mayor sorpresa junto con una defensa inédita debido a las lesiones y sanciones.

Pero el mediapunta del filial no tardó en justificar su presencia en la alineación titular y en los primeros minutos ya había obligado a esforzarse Toño con un magnífico disparo. Michel destacó con destellos de desparpajo en forma de movilidad en el ataque valencianista, que el equipo agradeció tras la baja de David Silva.

El inicial dominio de los de Emery se vio recompensado después de una jugada de libro de Vicente. El de Benicalap recibió un pase pegado a la línea de cal y acabó driblando a tres jugadores del Racing hasta llegar en línea de fondo, donde su centro rebotó en el brazo de Oriol. El penalti decretado lo convirtió en gol el propio Vicente con un obús ajustado al palo izquierdo de Toño.

La reacción de los cantabros llegó a los pocos minutos y puso sobre Mestalla los viejos fantasmas de las anteriores victorias de Racing en el campo valencianista. Munitis colgó un balón al área y Pereira, en el segundo palo, lo dejó de primeras a Colsa que estaba libre de marca. El racinguista remató de manera acrobática para poner el empate.

Los ánimos se calmaron en ambos equipos y al Valencia le entraron las dudas de no descuidar la picardía y velocidad de Pereira ante Maduro y Marchena. Sin embargo, fue Baraja quien tuvo en sus botas la posibilidad de adelantar a los blanquinegros con un tiro que acabó fregando la cepa del palo.

Tras el descanso, tanto Racing como Valencia quedaron entumecidos por la exigencia de buscar otro gol sin descuidar el poco tiempo que quedaba para solucionar cualquier error en ambos bandos. Así pues, Emery decidió mover banquillo para darle un aire más definitorio a los valencianistas con las salidas de Villa, Joaquín y Fernandes.

Albelda pasó a ocupar la atípica posición de central, lo que acusó el equipo con sus peores momentos para el Valencia y las mejores ocasiones para el Racing. Pereira aprovechó una de los contraataques eliminatorios de los racinguistas para acercar a su equipo a cuartos, pero Renan salvó la vida a los blanquinegros con una extraordinaria parada en el mano a mano con el gallego.

Los valencianistas trataron de evitar la prórroga por todos los medios, pero el desacierto rondaba los puntos de mira de los jugadores del Valencia. Villa desaprovechó las dos ocasiones que tuvo, igual que hicieron en sendos remates de Marchena y Albelda, que no pudieron evitar como se consumaba la amenaza de la prórroga.

El cansancio ya hacía mella en la tiempo extra y el que más resistiera sería el que se llevaría el gato al agua. Muñiz, por su parte, dio el todo por el todo con la entrada de Gonçalves, aunque el primer tiempote la prórroga quedó como mero tanteo.

Solo en la recta final del tiempo prorrogado se resolvió el partido del lado valencianista. Primero fue Jonathan Pereira quien de nuevo puso a los blanquinegros con el agua al cuello, cuando un pase demasiado corto de Albelda, fue aprovechado por el gallego para volverse a quedar solo contra Renan. Pero el portero brasileño rozó la perfección al arrebatarle el balón en el último momento.

Entonces llegó una jugada idéntica a favor del Valencia, Vicente cazó un cesión corta a Toño para definir con su segundo tanto y vencer los temores de la posible eliminación. Ya con el Racing tocado y casi volcado al ataque, fue Joaquín el encargado de sentenciar con un gol de bella factura que culminó una contra modelo que antes pasó por los pies de Vicente y Villa.

domingo, 11 de enero de 2009

Derbi de locura


VALENCIA CF 3-3 VILLARREAL CF
Reparto de puntos en un derbi de locura entre Valencia y Villarreal que fue un homenaje al fútbol de ataque durante noventa minutos de fútbol intenso, eléctrico y de calidad en el que puede ser el mejor partido disputado de esta liga. Los delanteros y los porteros de ambos equipos brillaron con destellos de fútbol mágico y paradas asombrosas. El espectáculo de tensión que desplegaron Emery y Pellegrini pasará a la memoria de los aficionados al fútbol como uno de los encuentros más vistosos de los derbis entre valencianos y castellonenses.

El Valencia se adelantó con dos goles en los primeros diez minutos y arrasó al Villarreal hasta que este se repuso de las ocasiones falladas para aprovechar el desconcierto de la defensa blanquinegra por las lesiones de Moretti y Albiol. Un penalti dudoso de Joaquín sobre Capdevila dio al Villarreal la forma de sacar un punto de Mestalla cuando más estaba sufriendo por la presión de la afición valencianista.

La detonadora primera mitad despertó sin tiempo para plantearse la extraña decisión de Emery de jugar con Albelda de lateral derecho. Con un minuto de juego transcurrido, Baraja golpeó primero con un remate de cabeza tras una jugada de córner ensayada. La pizarra que ensayaron el día anterior salió a la perfección además de unirse al habitual oleada de ataque que el Valencia destapa en los primeros minutos.

El Villarreal lejos de venirse abajo luchó por el empate con dos claras oportunidades. Primero Renan se lució un balón colgado de Ibagaza y más tarde el palo salvó al Valencia de un remate de Gonzalo Rodríguez. Sin embargo, el fútbol y la pegada estaban anoche con el Valencia y se comprobó en el segundo gol. Albelda como improvisado lateral derecho puso un balón rompedor a la espalda de la defensa grogueta. Villa capturó el pase, dejó sentado a su marcador y fusiló a Diego López

Los valencianistas estaban dando una lección de fútbol por segunda semana consecutiva en Mestalla, y construían una memorable derbi valenciano en el que se sucedían las ocasiones en ambas áreas.

El Villarreal se lanzó arriba con su habitual juego de toque que desconcertaba a la defensa valencianistas, pero los contraataques de Emery eran sentenciadores para acabar con las esperanzas del equipo del Madrigal.

Así pues, el brasileño Renan demostró la seguridad en los balones por alto y cuando este fallo en una salida, ahí estaba Marchena para sacar el balón debajo de los palos. Arriba la magia era cosa de Silva con sus eléctricos contraataques. El canario puso poner el tercer gol con un tiro que acabó en el larguero y Mata también estuvo muy cerca si no hubiera sido por la cepa del palo que repelió su remate.

Solo en la prolongación, el Villarreal vio puerta gracias a Fuentes, que había entrado por la lesión de Gonzalo Rodríguez. El argentino aprovechó su libertad de marcaje en un córner para marcar a puerta vacía sin la oposición de ningún valencianista.

Tras la reanudación, el partido cobró un tono más sosegado y el ritmo de juego bajó con el objetivo de los valencianistas de controlar más la posesión. Los de Pellegrini salieron con el ánimo de conseguir el empate por la vía rápida, pero Cazorla falló la ocasión que tuvo en sus pies.

Unai Emery siguió modificando la lógica táctica con los cambios de Maduro para jugar de central y pasar a Marchena al medio del campo. Pero el técnico vasco tuvo que cambiar a Moretti y Albiol debido a sus respectivas lesiones. Albelda lo mantuvo como lateral derecho pese a que la lesión del lateral italiano obligó a entrar en juego a Del Horno.

La tregua marcada por los dos equipos quedó rota cuando Villa perdonó la sentencia en un remate que se fue alto. Así pues, el Villarreal respondió con estupendas combinaciones que acabaron en un uno contra uno de Cazorla con Renan. Pero el brasileño resolvió de manera extraordinaria. Al instante, el portero valencianista tuvo que intervenir en otro mano a mano con Llorente. En esta ocasión el delantero vasco aprovechó el rechace para fusilar a la red.

Sin embargo, los valencianistas contestaron enseguida con un córner que remató Edu a la red. De nuevo, el Valencia sacaba petróleo en balón parado como ya había hecho en el primer gol.

La alegría de los blanquinegros no duró en exceso, ya que Medina Cantalejo se encargó de quitarle la alegría al Valencia al pitar un penalti de Joaquín sobre Capdevila que no existió. Rossi se encargó de transformar la pena máxima y puso las tablas en un marcador que no se movería pese a los intentos de Mata y Villa sobre la portería de Diego López.

jueves, 8 de enero de 2009

Empate y gracias


RACING DE SANTANDER 1-1 VALENCIA CF

El Valencia sale vivo de El Sardinero con nueve jugadores sobre el campo después de sacar un caro empate que se encontró casi sin buscarlo. El juego gris y espeso de los valencianistas solo se vio interrumpido por el ímpetu y la exigencia que requería el partido en los últimos instantes, cuando Vicente y Miguel sacaron la inoportuna faceta guerrera y acabaron en la ducha antes del pitido final.

Clos Gómez expulsó merecidamente al extremo del Valencia por una agresión a Pinillos, pero seguidamente envió fuera a Miguel en una entrada por detrás en la que había tocado el balón. Emery tuvo que sujetar al portugués que fue directo a por el juez de línea mientras le amenazaba de muerte, según refleja el acta arbitral. El gol de Mehdi Lacen, que hizo justicia al tanto de Colsa en propia puerta y al dominio racinguista, quedó como anécdota después de la pérdida de nervios de los valencianistas.

El empate final es el único factor positivo que se puede extraer de la visita a Santander después de que el Valencia afrontara la eliminatoria con un equipo casi inédito. La vuelta de Angulo y Marchena se sumó a la ausencia de Albelda en el medio del campo y el equipo lo acusó en exceso.

El Racing respetó el potencial valencianista y solo fue con el paso de los minutos y la inoperancia ofensiva de los valencianistas cuando los cantabros tomaron la iniciativa. El fuera de juego fue entonces la mejor arma valencianista para soportar la picardía de las jugadas de Pereira y Óscar Serrano.

Angulo y Morientes fueron un espejismo en el ataque de los blanquinegros y las bandas con Vicente y Pablo no destacaron. Sin lanzar ningún tiro entre los tres palos, los valencianistas se encontraron con un gol de la nada. Un córner cerrado que sacó Fernandes provocó el malentendido entre Colsa y Coltorti, que encajaron un gol en propia puerta.

La reacción tímida del Racing la solventó Renan que se mostró seguro en la portería pese a que con los pies perdió demasiados balones por la mala ubicación de Edu y Fernandes en la medular.

Tras el descanso, el Valencia acabó por desaparecer del partido y el Racing trató de hacer justicia por los méritos demostrados en su juego. A punto estuvo de conseguirlo Garay con un penalti lanzado al larguero después de que Miguel cometiera una pena máxima totalmente innecesaria sobre Pereira.

Pero pocos minutos más tarde, el gol llegaría en otro balón parado. Esta vez en un libre directo, Lacen engañó por completo a Renan y su barrera. El francés colocó un zurdazo que salvó la barrera y encontró enseguida la red.

Emery tuvo que mover el banquillo para que su equipo reaccionara. Albiol tuvo que salir para dar aliento a una defensa plagada de cartulinas amarillas por hacer el trabajo de unos mediocentros que prescindían de presionar. Silva volvió a darle la personalidad necesaria al equipo y Villa no tuvo tiempo suficiente de tocar el balón ya que enseguida quedó en soledad por las expulsiones de sus compañeros.

Con nueve jugadores, los valencianistas aguantaron un resultado que es más que positivo para afrontar la vuelta después de los méritos hechos en la ida para acceder a los cuartos de final de la copa del rey.

domingo, 4 de enero de 2009

Y volvió Silva, volvió la magia

VALENCIA CF 3-1 ATLÉTICO DE MADRID

Más de cuatro meses ha aguantado el Valencia sin poder disfrutar de las excelencias de David Silva hasta anoche. El jugador canario retornó para maravillar a Mestalla con una actuación que dejó noqueado a un crecido, orgulloso y confiado Atlético de Madrid. Dos goles de Silva, que se unieron al penalti de Villa, inauguraron el nuevo año con un repaso de futbol a los colchoneros, una victoria y tres puntos que distancian a un rival directo como los rojiblancos.

Los valencianistas fueron superiores al equipo de Aguirre, pero tuvieron que sobreponerse al penoso arbitraje de Rodríguez Santiago, un rival con el que no contaban. El colegiado leonés completó una actuación lamentable hasta el punto de recordar a la afición de Mestalla aquellas tardes casi conspiratorias de Teixeira Vitienes o Tristante Oliva. El Valencia controló sus nervios ante el arbitraje desquiciante, desesperante y demencial que Rodríguez Santiago regaló a los blanquinegros. El juego en equipo de los de Emery rompió y olvidó el desastre del equipo arbitral.

Los despropósitos arbitrales comenzaron desde el inicio del encuentro, cuando el mismo Rodríguez Santiago, decidió anular un gol instantáneo de David Villa. El asturiano resolvió solo ante Franco, pero el colegiado arguyó que había empujado a Heitinga, el cual cayó solo ante el quiebro eléctrico del Guaje.

Justo tres minutos más tarde, era Silva el que finalizaba una jugada de confusión en el área atlética. El canario remataba de cabeza su propio tiro al larguero pero esta vez el linier señaló un fuera de juego muy ajustado cuando Silva recibió el balón.

Con los ánimos de Mestalla ya caldeados en exceso, el Valencia comenzó a dominar al Atlético con un fútbol que no dejaba ni defender ni atacar a su rival. La intensidad alta de los valencianistas en los primeros minutos se mantuvo sin dejar tregua a los de Javier Aguirre. El Atlético quedó borrado del terreno de juego gracias a una defensa concentrada al máximo. Albiol y Maduro bordaron la perfección en defensa y anularon por completo la temida delantera formada por Forlán y Agüero.

Solo las incoherentes decisiones de Rodríguez Santiago impedían al Valencia llegar con más claridad a la puerta de Leo Franco. No obstante, Mata lo intentó por alto y Silva se quedó a milímetros de inaugurar el marcador. Villa fue víctima de un evidente penalti cometido entre Perea y Heitinga al que el árbitro quiso pasar por alto. Pero ante la presión de la grada de Mestalla, Baraja aprovechó el desconcierto de Rodríguez Santiago para decantar la balanza. El vallisoletano se lanzó en el área ante la presencia de Raúl García, que vio como el árbitro cobrara el penalti anterior por este.

El Guaje se encargó de engañar a Leo Franco y hacer justicia en el marcador, un tanto que rompía la sequía goleadora de Villa y al que le siguió el primero de Silva. El canario recibió un pase de Miguel, que le había robado la cartera a Pernía, y definió con la puntera ante Leo Franco igual que Romario hiciera en otras épocas.

Pero la primera mitad no acabaría sin otra polémica decisión arbitral, esta vez en el área valencianista. Baraja derribó a Agüero en el área y el penalti señalado lo marcó Forlán. El uruguayo no faltó a su cita con el gol a Mestalla, aunque Renan rozó el balón antes de que acabara en la red.

Tras la reanudación, el Atlético de Madrid dio señales de vida y el Valencia espero con más pausa los errores de los rojiblancos. Los de Emery bajaron un nivel la intensidad de la primera mitad pero mantuvieron la sobriedad defensiva que exasperaba a Forlán y Agüero. Tan solo a balón parado el Atlético disfrutaba de las mejores ocasiones, pero todas estuvieron desperdiciadas al intentar jugadas ensayadas.

Los valencianistas necesitaban otro gol para cortar las alas de los colchoneros, que todavía se veían dentro del partido. Silva se encargó de encarrilar los tres puntos para el Valencia con un espectacular golazo con el que celebró su vuelta al once titular en Mestalla. Una jugada muy similar al segundo tanto hizo que Joaquín le dejara el balón en la frontal del área, y el canario no dudó en disparar con su zurda haciendo imposible la estirada de Leo Franco.

Con un Atlético rendido, todavía quedó tiempo para que Renan se luciese y demostrase que el Valencia vuelve a tener guardameta. El brasileño realizó diversas paradas de mérito en tiros de Simao y Agüero que eran los últimos coletazos rojiblancos antes de claudicar en Mestalla.