domingo, 4 de enero de 2009

Y volvió Silva, volvió la magia

VALENCIA CF 3-1 ATLÉTICO DE MADRID

Más de cuatro meses ha aguantado el Valencia sin poder disfrutar de las excelencias de David Silva hasta anoche. El jugador canario retornó para maravillar a Mestalla con una actuación que dejó noqueado a un crecido, orgulloso y confiado Atlético de Madrid. Dos goles de Silva, que se unieron al penalti de Villa, inauguraron el nuevo año con un repaso de futbol a los colchoneros, una victoria y tres puntos que distancian a un rival directo como los rojiblancos.

Los valencianistas fueron superiores al equipo de Aguirre, pero tuvieron que sobreponerse al penoso arbitraje de Rodríguez Santiago, un rival con el que no contaban. El colegiado leonés completó una actuación lamentable hasta el punto de recordar a la afición de Mestalla aquellas tardes casi conspiratorias de Teixeira Vitienes o Tristante Oliva. El Valencia controló sus nervios ante el arbitraje desquiciante, desesperante y demencial que Rodríguez Santiago regaló a los blanquinegros. El juego en equipo de los de Emery rompió y olvidó el desastre del equipo arbitral.

Los despropósitos arbitrales comenzaron desde el inicio del encuentro, cuando el mismo Rodríguez Santiago, decidió anular un gol instantáneo de David Villa. El asturiano resolvió solo ante Franco, pero el colegiado arguyó que había empujado a Heitinga, el cual cayó solo ante el quiebro eléctrico del Guaje.

Justo tres minutos más tarde, era Silva el que finalizaba una jugada de confusión en el área atlética. El canario remataba de cabeza su propio tiro al larguero pero esta vez el linier señaló un fuera de juego muy ajustado cuando Silva recibió el balón.

Con los ánimos de Mestalla ya caldeados en exceso, el Valencia comenzó a dominar al Atlético con un fútbol que no dejaba ni defender ni atacar a su rival. La intensidad alta de los valencianistas en los primeros minutos se mantuvo sin dejar tregua a los de Javier Aguirre. El Atlético quedó borrado del terreno de juego gracias a una defensa concentrada al máximo. Albiol y Maduro bordaron la perfección en defensa y anularon por completo la temida delantera formada por Forlán y Agüero.

Solo las incoherentes decisiones de Rodríguez Santiago impedían al Valencia llegar con más claridad a la puerta de Leo Franco. No obstante, Mata lo intentó por alto y Silva se quedó a milímetros de inaugurar el marcador. Villa fue víctima de un evidente penalti cometido entre Perea y Heitinga al que el árbitro quiso pasar por alto. Pero ante la presión de la grada de Mestalla, Baraja aprovechó el desconcierto de Rodríguez Santiago para decantar la balanza. El vallisoletano se lanzó en el área ante la presencia de Raúl García, que vio como el árbitro cobrara el penalti anterior por este.

El Guaje se encargó de engañar a Leo Franco y hacer justicia en el marcador, un tanto que rompía la sequía goleadora de Villa y al que le siguió el primero de Silva. El canario recibió un pase de Miguel, que le había robado la cartera a Pernía, y definió con la puntera ante Leo Franco igual que Romario hiciera en otras épocas.

Pero la primera mitad no acabaría sin otra polémica decisión arbitral, esta vez en el área valencianista. Baraja derribó a Agüero en el área y el penalti señalado lo marcó Forlán. El uruguayo no faltó a su cita con el gol a Mestalla, aunque Renan rozó el balón antes de que acabara en la red.

Tras la reanudación, el Atlético de Madrid dio señales de vida y el Valencia espero con más pausa los errores de los rojiblancos. Los de Emery bajaron un nivel la intensidad de la primera mitad pero mantuvieron la sobriedad defensiva que exasperaba a Forlán y Agüero. Tan solo a balón parado el Atlético disfrutaba de las mejores ocasiones, pero todas estuvieron desperdiciadas al intentar jugadas ensayadas.

Los valencianistas necesitaban otro gol para cortar las alas de los colchoneros, que todavía se veían dentro del partido. Silva se encargó de encarrilar los tres puntos para el Valencia con un espectacular golazo con el que celebró su vuelta al once titular en Mestalla. Una jugada muy similar al segundo tanto hizo que Joaquín le dejara el balón en la frontal del área, y el canario no dudó en disparar con su zurda haciendo imposible la estirada de Leo Franco.

Con un Atlético rendido, todavía quedó tiempo para que Renan se luciese y demostrase que el Valencia vuelve a tener guardameta. El brasileño realizó diversas paradas de mérito en tiros de Simao y Agüero que eran los últimos coletazos rojiblancos antes de claudicar en Mestalla.

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