domingo, 30 de noviembre de 2008

El Pipo al rescate

VALENCIA CF 3-2 REAL BETIS
Rubén Baraja salvó al Valencia tres valiosos puntos que parecían perdidos después de que el Betis lograra empatar el partido. En un encuentro loco, los valencianistas desperdiciaron una renta de dos goles y permitieron que los beticos reaccionaran hasta poner al Valencia contra las cuerdas. Lo que se preveía como una cómoda victoria blanquinegra con los goles de Villa y Mata, se convirtió en un recuerdo vivo de los anteriores partidos contra Racing y Sporting.

La lesión de Edu, que se vio obligado a retirarse por un pinchazo muscular, fue el punto de inflexión en el juego valencianista. El brasileño era el mejor jugador del Valencia hasta el momento de su lesión. De sus pies salieron los dos primeros goles, y la fluidez que daba a la salida de balón del Valencia hacía que el Betis estuviera desaparecido. Alexis, que también tuvo que ser cambiado por molestias físicas antes de los goles verdiblancos, y Mata, con un golpe en la rodilla, completan una larga lista de bajas para los próximos partidos.

Unai Emery finalmente se decidió por jugar con el trivote en Mestalla y la seriedad que el equipo da fuera de casa también se trasladó a Mestalla durante la primera parte. El gran ritmo que los valencianistas marcaron desde el inicio no dio aliento a los hombres de Chaparro.

En las primeras llegadas de los blanquinegros, Villa marcó el primer tanto tras una gran combinación en banda izquierda que finalizó con el pase de Edu al asturiano. El Guaje fusiló a Casto en un gol muy similar al fabricado ya en Trondheim, en el que el brasileño participó de la misma forma.

Edu fue adueñándose poco a poco del centro del campo y todos los ataques del Valencia pasaban por sus botas. El centrocampista fue también el que firmó un magistral pase a la espalda de la defensa para el desmarque de Mata. El delantero controló en la frontal y resolvió ante dos defensas del Betis con un potente disparo que acabó en la red de Casto.

Pero cuando mejor estaba el Valencia sobre el terreno de juego, llegó la peor noticia que podía darse. Edu no pudo continuar aquejado de un pinchazo muscular en el muslo y al borde del descanso fue sustituido por Manuel Fernandes. La baja del brasileño la acusó el equipo de manera alarmante y el Betis empezó a aparecer en el área de Renan.

Tras el descanso, la ausencia de Edu se incrementó hasta el límite de que la organización táctica del equipo se desmontara totalmente. El equipo se dividió en dos y el Betis comenzó una oleada de contraataques que dejaban a la zaga valencianista en cuadro y a los delanteros aislados.

Así fue como Juanma recortó distancias al aprovechar un fallo defensivo de Miguel y batir a Renan por el palo corto. Pocos minutos después, la tragedia que se mascaba se hizo realidad cuando el lateral portugués provocó la cumbre del despropósito del Valencia. Miguel quitó de las manos un balón seguro para Renan para que acto seguido Marchena arrollara a Sergio García dentro del área, antes de que el delantero chutara a la red.

Fernández Borbalán no dudo en expulsar al capitán valencianista, que no podrá jugar contra el Barcelona, y permitió que Emaná pusiera el empate en el marcador. El jugador revelación de la liga no celebró su tanto por respeto al Valencia, donde ya estuvo jugando en categorías inferiores.

Sin embargo, el Valencia supo rehacerse desde atrás y supo remontar con el gol de Baraja. Un libre directo sacado por Fernandes llegó a la cabeza del Pipo, que se adelantó a la defensa verdiblanca. El gol de Baraja rompió las alas del Betis, aunque siguieron acosando a la defensa blanquinegra, pero el conjunto valencianista aguantó la ventaja mínima con más corazón que cabeza.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Vendetta en el frío nórdico

ROSENBORG BK 0-4 VALENCIA CF
El Valencia conquistó la helada ciudad de Trondheim con una goleada que permite sacarse la espinita del doble enfrentamiento contra el Rosenborg de la temporada pasada. Los valencianistas devolvieron en un partido a los noruegos, los cuatros goles que el Rosenborg hizo al Valencia en dos encuentros el pasado año.

Los jugadores de Emery cuajaron un completo partido en una victoria casi obligada para evitar complicaciones en la clasificación. Pablo Hernández pegó un golpe encima de la mesa y se convirtió en el jugador más desequilibrante para los blanquinegros, especialmente durante la segunda mitad cuando cayó en la banda izquierda. Un gol en una magnífica jugada personal permitió al valencianista sentenciar el partido antes de que Baraja y Joaquín cerraran la goleada.

El partido en Trondheim acabó por confirmar que el trivote de Emery es la mejor solución para que el centro del campo funcione. La conjunción de Albelda con la creatividad de Fernandes y Edu o Baraja es la mejor solución para darle al equipo un equilibrio que, ante el Rosenborg, agradeció desde un inicio con el control del balón.

El frío, con temperaturas cercanas a los cero grados, parecía ser el peor enemigo para que el Valencia resistiera contra los noruegos. Pero las incorporaciones de Mata y Pablo por banda funcionaban, y una combinación entre Morientes y Edu acabó con el gol de Mata a asistencia del brasileño. El remate forzado del asturiano pegó en el palo y la mano del meta del Rosenborg ayudó a que el Valencia golpeara primero.

Sin embargo, la reacción del conjunto nórdico no se materializó en ocasiones, gracias a la excelente actuación de Marchena en la zaga, que vuelve a su mejor nivel tras la lesión. Los noruegos lograron mantener al Valencia en su parcela, pero el peligro llegó todavía en los pies de los valencianistas, aunque el fuera de juego impidió que llegaran más goles.

En la segunda mitad, Emery retiró a Mata, aquejado de una sobrecarga. Pablo se situó en banda izquierda y se convirtió en la sensación del encuentro con el mal de cabeza que creó al polémico Lago y sus compañeros de defensa.

Los noruegos trataron de alcanzar el empate con balones colgados al área ya que la corta ventaja del Valencia daba alas al Rosenborg. La poca pegada de Konan y Pelu no fue un problema grave para la defensa valencianista, que se mantuvo con un buen nivel con un Del Horno espoleado por la llegada de Thiago Carleto.

Pablo Hernández acabó por cortar los aires optimistas del Rosenborg con un golazo que lo consagra como un jugador más que útil para Unai Emery. El valenciano recibió el balón por banda izquierda, y esprintó hasta la línea de fondo para después librarse de dos marcadores y poner el balón en la red a mitad de caída.

Emery cambió entonces de planes, y abortó el cambio de Villa para que entrara Maduro. El holandés está contando con más minutos de los que le había anunciado el propio técnico vasco, y estuvo presente en los goles de Baraja y Joaquín que cerraron un partido casi redondo.

La pizarra por fin dio sus frutos en el tercer gol, cuando en un córner, y tras fallo en el remate de Del Horno, Rubén Baraja resolvió con un disparo seco desde su zurda. Pocos minutos después, Morientes regaló el cuarto a Joaquín antes de que el árbitro pusiera fin a un partido que deja muy cerca la clasificación para la siguiente ronda.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Inmunidad mesetánica

Qué sorpresa me llevé hace un par de semanas cuando vi a un periodista "de la Meseta" llamar teatrero y agresivo a uno de nuestros capitanes, el magnífico defensa y medio defensivo Carlos Marchena. Este señor, que osó insultar al que fuera el mejor defensa de España en la pasada eurocopa, es el mismo que tildó al Fútbol Club Barcelona en la temporada 2005/06 de un conjunto compuesto por Ronaldinho, Eto'o y el resto mariachis. Que yo sepa, por entonces el Barça ya contaba en su plantilla con Xavi, Messi, Iniesta, Puyol... Vamos, unos don nadies para este personaje, unos don nadies que ganaron espectacularmente la liga y la champions esa misma temporada. Entendería lo de mariachi por Márquez, claro que sólo por su condición de nacionalidad mexicana, porque por lo demás me parece un excelente futbolista. Pero bueno, eso pertenece al pasado, pero recientemente este "afortunado comentarista" se indignó porque Marchena recibió un cabezazo por parte del delantero del Getafe, Soldado. Lo lógico sería indignarse por la agresión en sí, pero no, aquí el amigo Roberto Gómez mostró efusivamente su indignación con Marchena, por "haber obligado" a Soldado a pegarle un cabezazo al defensa sevillano. Ahora resultará que a Marchena le encantará recibir cabezazos en la frente.
Es posible que el capitán valencianista exagerase la situación, pero la agresión de Soldado existió, de eso no cabe duda, por tanto el árbitro hizo lo correcto cuando expulsó al delantero getafense. Y sí, puede que Marchena sobreactúe en estas situaciones, pero la prensa de la Meseta se olvida de que un equipo de los suyos posee en su plantilla al defensa no sólo más expulsado temporada tras temporada, sino al que también, temporada tras temporada, obtendría si lo concediesen, el óscar al mejor actor por su papel en "Buscando tierra desesperadamente". Creo que se adivina de quién hablo, del señor Sergio Ramos, quien me parece un defensa de lo mejorcito a nivel mundial, pero que no deja de ser igual de teatrero o agresivo que sus homólogos. Por no hablar del barcelonista Puyol, que no es que sea agresivo, pero en cuestiones teatrales su exageración no se encuentra ni en el Olimpia.
Está claro que cada jugador hace lo que tiene que hacer por el bien de su equipo, pero si Sergio Ramos goza de esa "inmunidad mesetánica", y Carles Puyol cuenta con el respeto de la prensa deportiva española, no veo por qué Marchena no puede gozar de ello. No digo que tal inmunidad debería ser concedida a nadie, pero al menos no se debería armar tanto revuelo por una acción del defensa del Valencia que se hace en prácticamente todos los partidos. Siempre hay en cualquier equipo algún jugador que exagera una falta, o provoca una expulsión, y no es que aquí estemos a favor de esa picaresca, pero no creo que sea motivo de crucifixión, y en caso de que lo sea, que sea para todos los jugadores igual, independientemente de la entidad a la que pertenezcan.

El Valencia saca un resistido empate de Sevilla


SEVILLA FC 0-0 VALENCIA CF
El Valencia cosechó su primer partido sin marcar goles esta temporada en su visita al Sánchez Pizjuán. El empate a cero fue el fruto de un trabajo sólido de los de Emery sobre el terreno de juego, y obtuvieron un punto allí donde el Valencia había caído los tres últimos años. Solo la falta de acierto en ataque, con las contadas ocasiones que hubo en este choque más combativo que vistoso, hizo que el premio para el Valencia no fuera mayor.

La vuelta al 4-3-3 volvió a dar a los valencianistas la solidez ya expuesta dos semanas atrás contra el Getafe. El Valencia anuló las opciones sevillistas gracias a la efectividad en defensa. La seguridad defensiva coincidió con la vuelta de Alexis, que cuajó una buena actuación junto a Albiol y Marchena. El retorno del central andaluz llegó en el mejor momento para disputar el difícil calendario que le espera al Valencia.

El trivote de Emery en el medio del campo dio de nuevo sus frutos esperados. Marchena hizo olvidar la irregularidad de Albelda y su labor de desgaste mantuvo a raya el juego ofensivo de los sevillistas. El capitán valencianista formó una consistente barrera junto con Baraja y Manuel Fernandes, que hicieron menos previsible al Valencia.

Unai Emery le ganó así la partida a Jiménez. Los valencianistas desactivaron a los sevillistas y controlaron el fervor de sus jugadores y afición con el balón en los pies. Mata gozó de las mejores ocasiones para haber puesto en ventaja al Valencia, pero su falta de acierto a la hora de definir hizo que el balón se escapara a centímetros del palo.

Por su parte, las escasas ocasiones que también encontró el Sevilla fueron salvadas por Renan con dos grandes intervenciones. El meta brasileño hizo gala de sus reflejos para sacar un remate de chilena en una genial estirada, y más tarde, volvió a reaparecer con una parada en un balón envenado tras ser desviado por la defensa.

La segunda mitad confirmó el auge que el Sevilla había tomado antes del descanso. Manolo Jiménez sacó a Maresca para compensar la superioridad del Valencia en el centro del campo y se adueñó del juego y del ataque. El Valencia resistió las acometidas de los sevillanos sin que se dejaran llevar por los nervios y desesperación de la grada de Pizjuán.

En la recta final del encuentro, los valencianistas volvieron a reaparecer en ataque. El cansancio no le permitió definir de nuevo ante Palop y Maresca contestó con un tiro raso que muy próximo a la cepa del palo de Renan.

La inoportuna lesión de Moretti, obligó a Emery a sacar a Maduro y que Marchena se retrasara a la posición de lateral izquierdo. La última gran ocasión estuvo en los pies de Villa, pero el balón acabó en el lateral de la red y no rompió un empate que devuelve la confianza a los valencianistas después del varapalo del Sporting.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Manual de como ganar en Mestalla

VALENCIA CF 2-3 SPORTING DE GIJÓN
“Voy a Valencia con la idea de ganar porque el Racing nos enseñó como hacerlo”, aseguraba Manuel Preciado en la previa del encuentro que debía enfrentar a su equipo y al Valencia. Ante este aviso de seguridad del técnico del Sporting, nadie en el Valencia movió un hilo para cambiar algo respecto al partido de hace dos semanas contra Racing. Misma alineación (salvo Alexis por Marchena), mismo sistema, mismo guión y mismas imposibilidades de dominar el centro del campo.

El resultado con estas premisas cae por su obviedad: mismo resultado. El Sporting dominó al Valencia cuanto quiso y como quiso. Los asturianos ataron a un Valencia que repitió el mismo guión previsible donde fue arrastras en el marcador. Los ches solo se acercaron al gol cuando la desventaja ya dejaba el partido casi sentenciado. Diego Castro fue el Tchité de dos semanas atrás, y consiguió un doblete en la noche negra de Marchena y Albiol. Barral emuló a Robinho y puso la puntilla a un Valencia condenado por los errores defensivos.

Al igual que pasara con los cantabros, los valencianistas saltaron al campo muy enchufados. Se vislumbraba un Valencia superior al Sporting durante los noventa minutos y con muchas llegadas a puertas. Sin embargo, los gijonenses, que traían aprendida la primera lección de los cantabros, se asentaron paulatinamente en el partido y, sin tener el balón, controlaron a los de Emery sin darles espacios.

El Sporting y el Racing defendieron en Mestalla de forma conjunta y ordenada, pero sin caer en el error de encerrarse demasiado atrás. Eso dio a ambos resultados muy positivos enseguida. Las perdidas de Albelda, Marchena y Fernandes en el centro del campo propiciaron peligrosos contraataques que anunciaban el fallo sistémico del Valencia.

Diego Castro rompió la defensa valencianista por el sitio más doloroso, entre Albiol y Marchena, y se plantó ante Renan para encarrilar la victoria asturiana. La segunda lección también fue aprobada, la grada se impacientó y la reacción valencianista no llegó. Las bandas estaban fuera de servicio, y Mata y Villa, protagonistas del prepartido, estuvieron desaparecidos hasta la segunda parte.

Barral golpeó de nuevo nada más iniciada la segunda mitad y puso en práctica la tercera elección, ya demostrada por Tchité. El asturiano se adentró en el área y se harto de hacer bicicletas cual Robinho hasta dejar mareado a Moretti, desacertado durante todo el encuentro para frenar la banda derecha del Sporting. Barral golpeó con su zurda y el balón se coló por el palo corto que no supo tapar Renan.

De nuevo, el Sporting aprovechaba el nulo juego de creatividad en el centro del campo. Albelda sufría al intentar organizar el juego con pases regalados al rival y Fernandes estaba perdido en frivolidades innecesarias para el caso. Por eso, Emery sacó a Baraja y el equipo ganó en llegada, pero la verdadera reacción llegó con el penalti materializado por Villa.

La reacción de Mestalla y más de veinte minutos por delante auguraban el empate o incluso la remontada. Pero Diego Castro tenía fresca la cuarta lección que Preciado sacó del partido del Racing en Mestalla. El ímpetu valencianista acabó estampado con el tercero del Sporting. Diego Castro volvió a aprovecharse de los errores y la inocencia de la zaga del Valencia. El asturiano bailó a Albiol delante de sus narices y se coló en la cocina para batir a Renan y desatar la euforia de Preciado.

Ya en la recta final del encuentro, el Valencia solo tuvo tiempo de achuchar a un Racing que vivió de la ventaja en el marcador a causa del desgaste físico de todo el partido. Cuellar salvó dos magníficos tiros de Edu y Albiol, pero no pudo con el de Mata que recortaba distancias. El empate estuvo a punto de llegar de los pies de Morientes, pero Cuellar volvió a salvar al Sporting con el tiempo justo para que Renan salvara el cuarto del Sporting en la jugada siguiente.

jueves, 13 de noviembre de 2008

La cantera hace los deberes

VALENCIA CF 3-0 PORTUGALETE
Unai Emery avisaba en la previa del trámite copero que el partido contra el Portugalete se planteaba como un escaparate más que como un marrón. La vuelta copera contra los vascos fue una nueva victoria sin complicaciones que se solucionó desde casi el inicio. Para superar al Portugalete, Emery apostó por los jugadores del Mestalla, aquellos que verdaderamente querían destacar por su ambición y que acabaron por marcar la diferencia.

El ejemplo más claro es Michel, el atacante valencianista salió desde el banquillo y enchufó su primer gol con el primer equipo tras marear a la defensa vasca. Michel revolucionó el juego casi mecánico que Edu y Viana venían imprimiendo al equipo desde la primera parte. De nuevo, Ximo Navarro ocupó la banda derecha y dejó huella de su desgaste físico mientras que Arturo, como defensa central, no tuvo problemas en su debut. En contraposición a los ejemplos de los canteranos, queda la poca implicación demostrada en el campo de Del Horno o Helguera.

El entrenador valencianista alineó a los hombres con menos minutos en competición e incluso Iván Helguera volvió a ser titular después del toque de atención de Emery. Pero la mayor sorpresa fue la inclusión de Maduro en el centro del campo. El holandés partía por primera vez desde la medular esta temporada y alternó la posición de mediocentro defensivo con la de central en la segunda parte. Maduro dejó dudas sobre su juego con varios balones perdidos en el medio del campo, pero mejoró su actuación como defensor.

La ventaja de la ida quitó cualquier tensión al encuentro y los saques de esquina dejaron los primeros acercamientos a la portería de Borja. Pero no tardó en llegar el primero de los valencianistas, cuando Angulo aprovechó un error garrafal de la defensa portugaluja para plantarse delante del meta y marcar a placer.

La doctrina de Emery de no perder el balón bajo ningún concepto, volvió a quedar latente en el ímpetu de los valencianistas de llegar con el balón jugado hasta la misma portería contraria. Esto privó al Valencia de crear más peligro, que solo se generó en un tiro potente de Edu que pasó cerca del palo. Mientras tanto, Guaita se quitó la presión de anteriores partidos y con más comodidad solventó su trabajo, como un balón envenenado de Arzubiaga que desde la banda casi acaba dentro de la red.

Tras el descanso, Emery comenzó a dar salida al banquillo y apostó por Michel para reforzar la delantera a cambio de Arturo. El técnico valencianista quería más poder ofensivo para que sus jugadores pudieran mostrarse más en su particular escaparate, y Michel fue el ejemplo más claro de ello.

El jugador de la cantera dotó de más desequilibrio y llegada a la delantera blanquinegra y marcó un gran gol en jugada personal que no olvidará jamás. El hambre joven de la cantera sentenció un partido donde después del gol de Michel, el monólogo valencianista fue cada vez a más.

Con la entrada de Zigic, llegaron más ocasiones en las que el serbio no estuvo del todo acertado. Sin embargo, el delantero dio el pase del gol para el tercer tanto en el que se zafó de su marcador y puso el pase a Pablo. El extremo marcó a puerta vacía y también logró su primer tanto como valencianista, que le ayudará a mejorar su dubitativo rendimiento de jornadas anteriores.

Todavía quedaba tiempo para incrementar la goleada a los portugalujos, pero ni Angulo ni Vicente estuvieron acertados ante Borja. El peligro hasta el fin del encuentro llegó por banda izquierda, donde el peso cayó en los pies de Vicente. El de Benicalap sigue su buena progresión que le debe hacer jugar más minutos con asiduidad.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Goleada para seguir el tren de la liga


GETAFE 0-3 VALENCIA CF
El Valencia C.F. recuperó la racha de los triunfos ligueros en la plaza donde nunca antes había conseguido ganar. El equipo valencianista sacó los tres puntos del Alfonso Pérez con tres goles de bella factura, firmados por Fernandes, Joaquín y Vicente. La segunda línea funcionó a la perfección y fue en buena parte gracias al nuevo planteamiento táctico de Unai Emery. Con un Fernandes que completaba el papel de trivote y a la vez de mediapunta, el Valencia ganó solidez en el centro del campo.

Pero el partido se decantó antes del descanso, cuando Soldado se autoexpulsó al pegar un cabezazo a Marchena. Los valencianistas se dedicaron a controlar el juego durante la segunda mitad y procurar que no se repitiera la catástrofe del Bernabeú. Joaquín sentenció el partido con una volea desde fuera del área para que más tarde, Vicente lo cerrara con una contra rápida. Los de Emery recuperan así el tercer lugar de clasificación y preparan el terreno para la visita en dos semanas al Sánchez Pizjuán.

El Valencia fue de menos a más y los primeros minutos tuvieron como dueño al Getafe. Los de Víctor Muñoz gozaron de las mejores ocasiones para adelantarse en el marcador. Los getafenses aprovecharon la indecisión de la defensa blanquinegra como venía siendo la tónica habitual ante Racing y Copenhague.

Los acercamientos de los azulones fueron salvados por Renan. El portero brasileño paró las oportunidades más clara del Getafe a pesar de jugar lesionado. El meta brasileño se recuperó de una inflamación de rodilla que le impedía caminar bien hasta el día de ayer.

El ataque valencianista se topó con el fuera de juego, el peor enemigo del Valencia para no haber conseguido más goles en el Alfonso Pérez. Entonces apareció Manuel Fernandes con su fusil para sacar al Valencia de la superioridad getafense. El portugués lanzó un misil desde fuera del área y perforó el palo corto de la portería de Abbondanzieri.

El ambiente de los azulones se empezó a calentar con Undiano Mallenco y la impotencia de verse por debajo en el marcador les jugó una mala pasada. Soldado reclamó una falta en la frontal del área y contestó a las réplicas de Marchena con un cabezazo que lo envió directo a los vestuarios. El Getafe tiró por la borda la oportunidad de luchar por el empate a escasos segundos del descanso.

Con la superioridad numérica, el juego de los valencianistas se agilizó ya que el Getafe le regaló toda la iniciativa. Los de Muñoz esperaban los contraataques pese a no tener las armas suficientes para materializarlos en peligro.

Las combinaciones se sucedían cerca del área del Pato Abbondanzieri y hacían prever un segundo gol del Valencia que llegó cuando, de nuevo, los fueras de juego lo permitieron. Joaquín atrapó un balón perdido fuera del área y lo estampó en la red del Getafe.

Emery siguió fiel a su nuevo sistema y retiró a Baraja y al propio Joaquín, que era de los más destacado en el encuentro, pero dio más minutos a Vicente. El de Benicalap recoge cada vez más minutos en su lenta vuelta al juego y anoche marcó su quinto gol de la temporada. Un contraataque iniciado en banda derecha acabó en sus pies, que burlaron los centrales getafenses para poner el tercer gol.

El Valencia acabó durmiendo a un Getafe ya rendido desde el principio de la segunda parte. Los tres puntos del Alfonso Pérez relanzan a los valencianistas al camino de las victorias después de empatar con Recreativo y perder con Racing.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Los daneses dejan congelado a Mestalla


VALENCIA CF 1-1 COPENHAGUE
Estreno del Valencia en la liguilla de la copa de la UEFA y primer tropiezo que deja serias dudas. Las rotaciones de Emery no surtieron efecto y los suplentes evidenciaron fuertes carencias para competir con un equipo de perfil medio-bajo en Europa como el del Copenhague. La entrada al once de jugadores sin minutos lastró al equipo hasta el punto de frenar las posibilidades ofensivas de los blanquinegros.

En la gélida y desamparada atmosfera de Mestalla, el guión del encuentro contra el Racing se repitió con distinto protagonista. El Copenhague puso en graves apuros la inoperancia defensiva del mediocentro valencianista, y solo la falta de acierto cara a puerta privó a los daneses de llevarse los tres puntos. El gol de Santin hizo justicia en el marcador por las ocasiones de ambos equipos, pero complica al Valencia su clasificación como primero de grupo después de que el Saint Ettiene ya tenga seis puntos.

El encuentro pudo estar solucionado muy pronto del lado valencianista. Los blanquinegros, al igual que hicieran contra el Racing, salieron en busca de la victoria. Edu, con un disparo desde la frontal y más tarde con un cabezazo al larguero; y Vicente, con un tiro cruzado que sacó Christiansen, estuvieron cerca de encarrilar el partido para los de Mestalla.

Pero después de este fervor ofensivo, la llamada al gol se fue diluyendo y apareció Santin para recoger el papel que ya jugó Tchité el sábado pasado. La velocidad del jugador danés trastornó a una defensa que sufrió en exceso esas internadas por banda. Las mejores ocasiones fueron entonces para el Copenhague, que gozó de hasta tres ocasiones claras de gol que desaprovechó en la primera mitad.

Tras la reanudación, el Valencia siguió sin saber cómo superar al equipo danés. Ni Pablo ni Vicente brillaron en banda, y es que el de Benicalap no acaba de encontrar esa pizca de velocidad que le haga marcar la diferencia. Por su parte, Del Horno y Viana rehusaron la oportunidad de reivindicarse, mientras que Edu no supo estar en labores defensivas, donde se echó de menos alguien de corte más defensivo como Maduro.

De nuevo fue con la salida de Mata, lo que cambió el ritmo valencianista y dio un poco más de imprevisibilidad al juego de los de Emery. Su entrada como segundo punta dio al equipo una velocidad más, con la que llegó el gol de Morientes. El delantero valencianista empujó a la red el rechace de Christiansen tras un disparo improvisado del propio Mata.

Villa también entró en juego para buscar la sentencia en el marcador, un segundo tanto que nunca llegó pese al gol anulado de Mata. El Valencia no volvió a disponer de claras ocasiones y el Copenhague fue acercándose paulatinamente a la portería de Renan.

La entrada del checo Sionko ayudó a que los daneses reaccionaran y tras errar varias ocasiones, el gol llegó de los pies de Santin. De nuevo un balón parado, un saque de banda largo que prolonga el equipo danés para que Santin, en un despiste más de la defensa valencianista, ponga las tablas en el marcador.

Casi sin más tiempo para reaccionar que la prolongación del árbitro, el Valencia desbarató la ocasión de seguir la estela del Saint Ettiene y se obliga a ganar en Trondheim para seguir vivo en esta copa de la UEFA.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Exigencia justificada

De unos años a esta parte, a nuestra afición se le etiqueta con el adjetivo de exigente. Cierta prensa, a la cual no le simpatiza nuestro equipo de manera especial, tilda a los seguidores que llenan cada domingo las gradas de Mestalla de "demasiado exigentes". Puede que no les falte razón. Puede que la nuestra sea una afición que exija mucho, pero, ¿tal vez no exige lo que paga o al menos lo que está acostumbrada a vivir?. Para comprobar la certeza del primer factor, sólo hay que aproximarse a las taquillas e interesarse por los precios de los abonos o de las entradas de cada partido. No es difícil llevarse una sorpresa cuando se averigua que, sin ir más lejos, las entradas para los abonados de los próximos partidos de la copa de la U.E.F.A. no son nada baratas, ya que hay que tener en cuenta el precio que ha pagado el socio por su abono hace apenas tres meses.

Respecto a lo que cada afición está acostumbrada, sólo hay que darse un paseíto por la reciente historia del Valencia Club de Fútbol. Se debe tener muy en cuenta la ampliación de aforo que sufrió el viejo Mestalla, ya que con la cual se ganaron 12.000 localidades, y en consecuencia, unos 10.000 abonados más. Hay socios que acuden cada domingo desde hace 20, 30 ó 40 años, o incluso más. Esas personas han vivido muy distintas situaciones del equipo, desde bajar a segunda división, hasta ganar un doblete. Y ahí es donde se pretende llegar, a la época que engloba (antes y después) el año del doblete. Fue un 26 de junio de 1999 cuando el equipo blanquinegro, por entonces dirigido por Claudio Ranieri, conquistó la Copa de su Majestad el Rey. No se cumplieron dos meses de conquistar tan ansiada copa, y el Valencia se proclamó campeón de la Supercopa de España en el Camp Nou al haber ganado la final a doble partido al Fútbol Club Barcelona, por entonces vigente campeón de liga. Empieza ese mismo mes de agosto la Liga 1999/00, y el equipo "ché", entrenado por el técnico argentino de Chavas, Héctor Cúper, llega a la final de la UEFA Champions League, además de que 364 días después se repite la historia, tanto en la llegada a la final de la máxima competición europea, como desgraciadamente en el resultado final de derrota. Hemos llegado a la temporada 2001/02, y la afición ya ha vivido lo que hemos visto, dos títulos y dos finales de la más prestigiosa competición de clubs de fútbol. Y es en esa temporada 2001/02 donde el Valencia de Rafa Benítez, logra el quinto título de liga de su historia, y dos años después el citado doblete, la sexta liga y la copa de la UEFA. Como broche final a esa gloriosa temporada 2003/04, el Valencia gana en agosto la Supercopa de Europa al Oporto de Víctor Fernández, en Mónaco. Después llegó la segunda etapa de Ranieri, de quien no se olvida que ganó dicha Supercopa, pero tampoco se puede olvidar las malas inversiones que supuso su contratación y sus decisiones a la hora de adquirir jugadores (Fiore, Corradi, Di Vaio,...). Más tarde, Mestalla vivió la época de Quique, donde siempre se consiguió entrar en Champions, lo cual tuvo mucho mérito, pero nunca se pudo constatar un equipo con ganas de ganar títulos, o por lo menos de intentarlo. Y ya hemos llegado a la temporada pasada, la 2007/08, puede que la peor de la historia del Valencia, salvo las veces en las que se perdió la categoría de la primera división. Aun el infierno pasado esa temporada, el Valencia del desafortunado Ronald Koeman logró otro título para sus vitrinas, la séptima copa del Rey.

Si hacemos cuentas, nos encontramos con dos copas del Rey, una supercopa de España, una supercopa de Europa, dos ligas y una copa de la UEFA, siete títulos desde la temporada que inició esta era de éxitos valencianistas, la temporada donde entraron cada domingo esas 10.000 almas nuevas en Mestalla. Si tenemos en cuenta que el aforo actual del coliseo valencianista es de 52.000 espectadores, la ampliación pues le supuso incrementar en un quinto a la afición. Un quinto de la afición total al que se le ha acostumbrado a estar siempre en vanguardia, con mejores o peores temporadas, pero que cada dos o tres temporadas, si no se ha conseguido un título, se ha rozado con la punta de los dedos. Queda más que comprobada la costumbre de ese sector de la afición, y también quedan más que comprobados los precios que paga ese sector y el resto de la afición.

En mi opinión, esa exigencia al equipo de estar en vanguardia está más que justificada. Por no hablar de las fichas económicas que percibe la mayoría de los componentes de la plantilla. Me pregunto cómo se sentiría el socio de un equipo con proyección ascendente como es el Villarreal C. F., si se le privase de su actual exigencia. Su equipo disputa este año la UEFA Champions League por segunda vez en su historia, pero esa historia ha escrito la mayoría de sus páginas en divisiones inferiores a la de honor. ¿Acaso el socio del Villarreal desembolsará la misma cantidad por su abono actualmente que en las temporadas de segunda?. Pues si suben los precios, también deben de subir las exigencias, y el Villarreal es sólo un ejemplo, ya que existen otros clubs con tales exigencias justificadas, sólo que éstos sí que reciben el beneplácito de los que son reacios a ser justos, y que no nos lo conceden a los seguidores valencianistas.

Noche para olvidar en Mestalla


VALENCIA CF 2-4 RACING DE SANTANDER
La primera derrota del Valencia en liga llegó anoche en un partido que el Racing dominó gracias a su tremenda efectividad. Los valencianistas se encontraron con todos los factores en contra posibles para haber sacado los tres puntos. Los cantabros, bestia negra del Valencia, cuajaron el partido soñado por un equipo que llega contra las cuerdas a Mestalla, y la helada noche acompañada de lluvia fue determinante para que el Valencia lo intentara sin acierto.

Todo hacía indicar una holgada victoria del Valencia por el dominio en los primeros minutos, pero nadie contaba con que era la noche de Tchité. El delantero de Burundi se marcó un hat-trick, el mismo número de goles que el Racing había conseguido en liga antes de llegar a Mestalla. Albelda contribuyó con el cuarto para los racinguistas en una desafortunada jugada que resume la actitud del Valencia de remontar el encuentro sin tener la suerte de cara.

La noche en que Villa esperaba llegar al centenar de goles en liga se quedó en el hat-trick de Tchité en el coliseo valencianista. Sin embargo, el Valencia no perdió la cara al partido y desde el pitido inicial trató de solventar el partido por la vía rápida. Villa tuvo el primero del partido con un balón alto que acabó a centímetros del palo.

El Racing de Muñíz apostó por jugar a futbol sin tratar de mantener el empate para sacar un punto de Mestalla. La jugada le salió redonda al técnico asturiano, que vio como su equipo abría el marcador en una rápida contra que aprovechó la desubicación de Albiol y Alexis para que Tchité batiera a Renan.

El mazazo fue respondido por los valencianistas con la consigna que ya viene siendo típica esta temporada: no rendirse hasta el final. Los de Emery buscaron el empate de forma inmediata y antes del descanso Joaquín provocó un claro penalti de Sepsi sobre el gaditano. El Guaje se encargó de transformar la pena máxima que ponía las tablas y dejaba el partido abierto para confirmar la remontada.

Pero tras el descanso, el Racing confirmó los tímidos acercamientos a la portería de Renan que hacían dudar a la zaga valencianista. De nuevo Tchité vio puerta con un disparo seco desde fuera del área que sorprendió a todos. El balón se coló en la portería de Renan tras rebotar en el palo.

Las complicaciones del resultado no estaban en el guión y Emery movió rápidamente el banquillo con unos cambios de los que gustan a Mestalla. El técnico vasco puso sobre el campo a Baraja y Morientes por un errático Fernandes y Moretti, respectivamente. El mensaje era claro para buscar la remontada.

Los cambios enseguida surgieron efecto y el Valencia ganó en llegada. Por minutos los blanquinegros asediaron el área del Racing hasta que el empate llegó en la jugada menos esperada. Un error garrafal de Toño al atajar un corner hizo que el balón se le escapara. El pie de Joaquín estaba en el momento y lugar correctos para meterlo en la red.

Con veinte minutos por delante, los valencianistas buscaron el tercero con más calma, pero la sorpresa vino de nuevo de la cabeza de Tchité. El de Burundi burló el marcaje de Marchena y marcó de cabeza su tercer gol en una jugada a balón parado. Fue entonces cuando el Valencia acabó por bajar los brazos ante el nuevo golpe de los racinguistas.

Pero todavía había tiempo para el cuarto de los blanquiverdes. Albelda metió el balón en su propia portería al tratar de despejar un balón dividido en medio del área pequeña. El infortunio de Albelda era la guinda de una aciaga noche en Mestalla que empezó torcida con el ambiente gélido del estadio y la intensa lluvia que mermó el juego de los valencianistas. El escenario perfecto para que el Racing sacara una vez más los tres puntos de Mestalla y dejara al Valencia sin liderato.