miércoles, 28 de enero de 2009

Eliminados cuando más duele


SEVILLA FC 2-1 VALENCIA CF

El Sevilla apeó al Valencia de la Copa del Rey en un final doloroso para los de Mestalla. El gol de Squillaci en el minuto noventa derrumbó las esperanzas de los valencianistas, que habían conseguido enmudecer el Sánchez Pizjuán con el tanto inicial de Carlos Marchena. Los sevillistas sólo despertaron con el empate de Kanouté, que abrió las puertas para la remontada ante un Valencia que no supo administrar, de nuevo, la ventaja conseguida.


El 2-1 pone de nuevo en la palestra el lamentable gol de Adriano en el partido de ida la semana pasada. Ese tanto que nunca debió valer ha sido decisivo para decantar la eliminación del Valencia. Al arbitraje calamitoso de Undiano Mallenco en Mestalla, se le sumó la sospechosa actuación de Teixeira Vitienes, que durante buena parte del encuentro permitió jugar al límite al Sevilla y perdonó la expulsión a Duscher.


El decisivo partido que debía mantener las aspiraciones valencianistas de jugar la final en Mestalla no pudo comenzar mejor. En el primer córner que sacaron los de Emery, Joaquín puso el balón en la cabeza de Marchena, que remató magistralmente el centro a la red.


Al inicio soñado siguió un Sevilla desmoralizado tras el gol valencianista y sin capacidad de generar peligro a pesar de que Jiménez puso toda la carne en el asador con Navas, Kanouté, Adriano y Luis Fabiano. Los de Emery trabajaban en conjunto desde atrás y no dejaban que los sevillistas se encontraran cómodos en su propio estadio. Joaquín pudo haber sentenciado cuando se quedó sólo ante Palop, pero el meta valenciano solucionó la papeleta delante del sevillano.


Una falta inofensiva de Maduro a Capel, que había salido por la lesión de Adriano, propició el empate del Sevilla cuando todavía no habían intimidado el debut de César en la portería del Valencia. El centro al área de Romaric fue rematado impunemente por Kanouté y despertó la grada del Pizjuán con la ayuda del palo.


El gol de maliense dejó trastocados a los valencianistas y el Sevilla aprovechó el desconcierto de los visitantes para buscar la clasificación. Romaric en un tiro cruzado, y Luis Fabiano, tuvieron la ocasión de marcar el segundo para los sevillistas, pero César demostró que ha llegado al Valencia en gran forma.


La segunda mitad no cambió el panorama y los sevillanos ganaron la posesión del balón al centro del campo valencianista. Baraja no supo imponerse en la medular y Albelda tampoco fue la solución para conectar con los hombres de arriba. La apuesta de Emery por Mata y Silva como delanteros fue perdida a causa de la ausencia del centro del campo en la organización. Los balones largos a Mata eran una partida ganada por Squillaci y Escudé.


El técnico vasco refrescó al equipo con la entrada de Morientes y Fernandes, lo que devolvió la presencia del Valencia sobre el Pizjuán. Una llegada de Miguel a línea de fondo permitió al portugués colocar un centro al área. El remate llegó de la cabeza de Silva pero Palop se encontró el balón cuando quería tapar su portería.

Pero el Sevilla empujaba cada vez más, y César intervino de nuevo en una arriesgada salida en la que se lanzó a los pies de Luis Fabiano para tapar su tiro. El tiempo jugaba en contra de los sevillistas pero la remontada se consumó otra vez a balón parado. Un córner acabó con el balón dividido en frente de César, donde el pie de de Squillaci llegó primero para privar al Valencia de jugar la final en Mestalla.

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