De unos años a esta parte, a nuestra afición se le etiqueta con el adjetivo de exigente. Cierta prensa, a la cual no le simpatiza nuestro equipo de manera especial, tilda a los seguidores que llenan cada domingo las gradas de Mestalla de "demasiado exigentes". Puede que no les falte razón. Puede que la nuestra sea una afición que exija mucho, pero, ¿tal vez no exige lo que paga o al menos lo que está acostumbrada a vivir?. Para comprobar la certeza del primer factor, sólo hay que aproximarse a las taquillas e interesarse por los precios de los abonos o de las entradas de cada partido. No es difícil llevarse una sorpresa cuando se averigua que, sin ir más lejos, las entradas para los abonados de los próximos partidos de la copa de la U.E.F.A. no son nada baratas, ya que hay que tener en cuenta el precio que ha pagado el socio por su abono hace apenas tres meses.
Respecto a lo que cada afición está acostumbrada, sólo hay que darse un paseíto por la reciente historia del Valencia Club de Fútbol. Se debe tener muy en cuenta la ampliación de aforo que sufrió el viejo Mestalla, ya que con la cual se ganaron 12.000 localidades, y en consecuencia, unos 10.000 abonados más. Hay socios que acuden cada domingo desde hace 20, 30 ó 40 años, o incluso más. Esas personas han vivido muy distintas situaciones del equipo, desde bajar a segunda división, hasta ganar un doblete. Y ahí es donde se pretende llegar, a la época que engloba (antes y después) el año del doblete. Fue un 26 de junio de 1999 cuando el equipo blanquinegro, por entonces dirigido por Claudio Ranieri, conquistó la Copa de su Majestad el Rey. No se cumplieron dos meses de conquistar tan ansiada copa, y el Valencia se proclamó campeón de la Supercopa de España en el Camp Nou al haber ganado la final a doble partido al Fútbol Club Barcelona, por entonces vigente campeón de liga. Empieza ese mismo mes de agosto la Liga 1999/00, y el equipo "ché", entrenado por el técnico argentino de Chavas, Héctor Cúper, llega a la final de la UEFA Champions League, además de que 364 días después se repite la historia, tanto en la llegada a la final de la máxima competición europea, como desgraciadamente en el resultado final de derrota. Hemos llegado a la temporada 2001/02, y la afición ya ha vivido lo que hemos visto, dos títulos y dos finales de la más prestigiosa competición de clubs de fútbol. Y es en esa temporada 2001/02 donde el Valencia de Rafa Benítez, logra el quinto título de liga de su historia, y dos años después el citado doblete, la sexta liga y la copa de la UEFA. Como broche final a esa gloriosa temporada 2003/04, el Valencia gana en agosto la Supercopa de Europa al Oporto de Víctor Fernández, en Mónaco. Después llegó la segunda etapa de Ranieri, de quien no se olvida que ganó dicha Supercopa, pero tampoco se puede olvidar las malas inversiones que supuso su contratación y sus decisiones a la hora de adquirir jugadores (Fiore, Corradi, Di Vaio,...). Más tarde, Mestalla vivió la época de Quique, donde siempre se consiguió entrar en Champions, lo cual tuvo mucho mérito, pero nunca se pudo constatar un equipo con ganas de ganar títulos, o por lo menos de intentarlo. Y ya hemos llegado a la temporada pasada, la 2007/08, puede que la peor de la historia del Valencia, salvo las veces en las que se perdió la categoría de la primera división. Aun el infierno pasado esa temporada, el Valencia del desafortunado Ronald Koeman logró otro título para sus vitrinas, la séptima copa del Rey.
Si hacemos cuentas, nos encontramos con dos copas del Rey, una supercopa de España, una supercopa de Europa, dos ligas y una copa de la UEFA, siete títulos desde la temporada que inició esta era de éxitos valencianistas, la temporada donde entraron cada domingo esas 10.000 almas nuevas en Mestalla. Si tenemos en cuenta que el aforo actual del coliseo valencianista es de 52.000 espectadores, la ampliación pues le supuso incrementar en un quinto a la afición. Un quinto de la afición total al que se le ha acostumbrado a estar siempre en vanguardia, con mejores o peores temporadas, pero que cada dos o tres temporadas, si no se ha conseguido un título, se ha rozado con la punta de los dedos. Queda más que comprobada la costumbre de ese sector de la afición, y también quedan más que comprobados los precios que paga ese sector y el resto de la afición.
En mi opinión, esa exigencia al equipo de estar en vanguardia está más que justificada. Por no hablar de las fichas económicas que percibe la mayoría de los componentes de la plantilla. Me pregunto cómo se sentiría el socio de un equipo con proyección ascendente como es el Villarreal C. F., si se le privase de su actual exigencia. Su equipo disputa este año la UEFA Champions League por segunda vez en su historia, pero esa historia ha escrito la mayoría de sus páginas en divisiones inferiores a la de honor. ¿Acaso el socio del Villarreal desembolsará la misma cantidad por su abono actualmente que en las temporadas de segunda?. Pues si suben los precios, también deben de subir las exigencias, y el Villarreal es sólo un ejemplo, ya que existen otros clubs con tales exigencias justificadas, sólo que éstos sí que reciben el beneplácito de los que son reacios a ser justos, y que no nos lo conceden a los seguidores valencianistas.
2 comentarios:
¡Vaya pedazo de fotos que tiene este blog! Todo un homenaje al club... ¿La foto de esta entrada es más pequeña por algo?
Parece ser que esta plantilla de blogger no deja que la imagen de cabecera llegue hasta la columna naranja de la derecha. Improvisaremos algo para que no quede una transición tan brusca.
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