El Valencia CF sacó los tres puntos gracias a una remontada sobre el Espanyol lograda a base de fe y calidad de sus jugadores de ataque. Los valencianistas dieron la vuelta al gol de Román y lograron resarcirse de la derrota en el Camp Nou para consolidarse en la parte delantera de la clasificación. El Espanyol perdió a Rufete por expulsión y Albiol y Vicente pusieron los goles en el segundo tiempo.
Los cambios de Emery marcaron la diferencia para que el Valencia mejorara su previsible juego desplegado durante la primera mitad. El técnico valencianista cambió el esquema táctico y flexibilizó al equipo con los cambios de Morientes y Silva. El jugador canario reapareció de nuevo en Mestalla tras su larga lesión que le mantuvo sin jugar desde la primera jornada de liga. Su juego, junto con el de Vicente, puso la chispa necesaria para derrocar la muralla del Espanyol.
Marchena y Moretti volvían esta vez al once titular y dieron la solidez que la defensa necesitaba. Mata logró recuperarse después de sus problemas en la rodilla y fue de los jugadores más activos desde el inicio. El asturiano hizo la vida imposible a un Lacruz que se veía desubicado como lateral derecho.
Los valencianistas dominaron los primeros minutos de juego y tuvieron acercamientos claros al gol en los pies de Vicente, pero Kameni hizo gala de sus reflejos. Pero el Espanyol aguardaba al contraataque y demostraba tener bien aprendida la lección de los partidos de Racing y Sporting en Mestalla.
De esta forma, Román sacó provecho de un pase de Albelda a sus botas y se encaminó a la frontal del área para probar fortuna. El espanyolista la encontró en la espalda del propio Albelda, que desvío la trayectoria del balón hasta la red. Renan fue el primer sorprendido del aciago rebote al que no pudo reaccionar.
La reacción de los blanquinegros al golpe de los catalanes fue muy leve, debido al gran entramado defensivo que Mané mantenía en su zaga. Villa se encontraba frustrado ante la presencia de Jarque y solo eran Mata y Joaquín por bandas quienes podían sorprender la muralla blanquiazul. Pero la mejor noticia para el Valencia llegó con la expulsión rigurosa de Rufete por doble amarilla tras tocar dos veces el balón con la mano. Además, Iturralde también optó por expulsar a Mané en el descanso cuando este protestaba la expulsión de su jugador.
Con el Espanyol en inferioridad numérica para toda la segunda mitad, Emery movió enseguida el banquillo y desahogó la soledad de Villa con la entrada de Morientes. Los valencianistas fueron paulatinamente encerrando a los periquitos en su campo y el empate llegó al fin en un corner. Albiol conectó la prolongación del “Moro” e inició la remontada con un gol dedicado a su futura hija.
El Valencia se volcó entonces en busca de la victoria pero el Espanyol resistía sobre su área. Los valencianistas pretendían entrar hasta la cocina con el balón jugado, como así lo hacían las combinaciones entre Mata, Miguel y Moretti por bandas. Solo era cuestión de tiempo que los de Mané claudicaran ante la presión de los blanquinegros.
Silva y Vicente entraron en juego y dinamizaron el ataque del Valencia ante un Espanyol que cada vez se cubría con más defensas. Pero la estoicidad catalana cayó del todo cuando a diez minutos del final Vicente batía a Kameni. El de Benicalap combinó una internada suya en el área con una pared con Villa y llegó para empujar el balón a la red. De nuevo, Vicente sirvió de revulsivo esencial para la supervivencia del Valencia en los partidos de Mestalla.
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